La crisis habitacional que atraviesa toda Europa es más aguda en algunos países de la Unión. En Holanda, la situación es crítica. La vivienda media holandesa cuesta ahora 452.000 euros, más de 10 veces el salario modal holandés, el más común, de 44.000 euros. En España, la crisis de vivienda se agrava debido a otros factores internos que agudiza el problema, principalmente el desequilibrio entre la escasa oferta y la amplia demanda. Barcelona y Madrid son dos de las ciudades más afectadas.
En general, los motivos detrás de la falta de oferta de viviendas son la subida de los costes de construcción, la falta de mano de obra cualificada, el envejecimiento de los trabajadores de la construcción y la deficiencia en formación profesional, así como la escasez de inversiones destinadas a la adquisición y promoción de nuevo suelo urbano.
Países, regiones y ciudades cuentan con distintos enfoques y propuestas para encauzar de una vez por todas la solución a la crisis de la vivienda.
El mercado de la vivienda en Europa
En los últimos tres años, entre el primer cuatrimestre de 2021 y el mismo periodo de 2024, el precio de los inmuebles ha crecido de media casi un 13% en el conjunto de la UE, según los datos de Eurostat.
Este año la situación ha empezado a corregirse, con una subida anual en los primeros cuatro meses de 2024 de apenas un 1,3% respecto a 2023.
Pese a los recientes signos de mejora, la situación general respecto a la vivienda está en el punto de mira de todos los gobiernos de la eurozona. De hecho, ya se han puesto sobre la mesa iniciativas novedosas para mitigar sus efectos.
Desde la Comisión Europea proponen la creación por primera vez de un comisario de Vivienda y la puesta en marcha de un Plan de Vivienda Asequible. Esto representa una novedad, puesto que la Unión Europea no cuenta con competencias en la materia.
En el caso de España, se demanda generar oferta mediante la creación de ayudas para la rehabilitación de viviendas destinadas a alquiler de larga estancia. Pero también cambios normativos e incentivos y bonificaciones fiscales.
En general, el reclamo mayoritario como solución es el incremento de la oferta, lo que también exige un aumento de la inversión pública para la construcción de vivienda.
Pero cada país, región e incluso ciudad tiene sus propias iniciativas para minimizar los efectos de una crisis habitacional que ya se prolonga demasiado tiempo y que compromete el derecho a la vivienda no solo para jóvenes sino también para familias.
Factores que influyen en la situación actual de la vivienda en Europa
El endurecimiento monetario que provocó la subida del Euribor comenzó a disminuir en el comienzo del año ante las expectativas de bajadas de tipos. El Euríbor ha cerrado septiembre con una nueva caída y la media definitiva en el 2,9%. Los mercados financieros ya prevén un desplome del Euríbor que llevaría al índice hipotecario por debajo del 2% en 2025. De hecho, los expertos anticipan un Euríbor al 1,8% para finales del año que viene. Esta situación alivia a los hipotecados pero no soluciona el conjunto del problema de acceso a la vivienda.
Por otro lado, los mayores costes de financiación derivaron en una caída de la demanda inmobiliaria, que se está ya moderando.
Además, la construcción de vivienda nueva se mantiene considerablemente por debajo de los niveles del año 2000, reflejando el estancamiento de la oferta inmobiliaria.
El problema de oferta es especialmente grave en el caso de España y Portugal, donde la población ha crecido notablemente los últimos 4 años.
Todos estos factores confluyen en un desequilibrio que favorece la permanencia de la crisis de la vivienda.
El aumento de los precios continúa
Pese a la contracción de la demanda y ante la restricción de la oferta, tanto los precios de la vivienda como de los alquileres aumentaron en 2023 en la Unión Europea, sobre todo en Portugal y también en España.
Este año, los incrementos más altos se dan en España (4%), Irlanda (5,8%) y Portugal (3,5%).
De cara al periodo 2025-27, se espera un aumento moderado de los precios de la vivienda en Europa, donde los expertos consideran que están a punto de tocar techo.
El aumento de los precios de la vivienda de alquiler es especialmente relevante en las principales metrópolis. Lisboa y Barcelona son las dos ciudades con el metro cuadrado de alquiler más caro, situándose respectivamente en agosto de 2024 en los 21,8 y 21,6 euros.
En el caso concreto de España, al problema del aumento de los precios se suma también que la oferta aún está a la zaga, todavía afectada por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Nuevas peticiones para resolver la crisis habitacional en España
El precio de las rentas en España está en máximos históricos, debido a la escasez de oferta y a la elevada demanda. Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga, Palma, Las Palmas de Gran Canaria y Cádiz ya alcanzan cifras históricas este 2024.
Según Idealista, el precio del alquiler ha subido un 10,2% interanual en el tercer trimestre. En tasa trimestral, sin embargo, el precio cayó un 2,4%.
Los últimos datos de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) indican que la oferta de alquiler de larga temporada se hundió un 37,2% en el último año, mientras que la demanda creció un 20,23%.
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