Publicado el 1 de julio de 2022

Madrid Nuevo Norte: comienza la cuenta atrás para el mayor desarrollo urbanístico de España

Ha sobrevivido a todo: falta de acuerdo institucional, demandas judiciales, cambios de nombre, recortes de edificabilidad… Pero 30 años después de su anuncio, ahora sí, en 2022 el mayor desarrollo urbanístico de la historia de España (y de Europa actualmente) empieza a hacerse realidad con una inversión estimada de 25.000 millones de euros a lo […]

Ha sobrevivido a todo: falta de acuerdo institucional, demandas judiciales, cambios de nombre, recortes de edificabilidad… Pero 30 años después de su anuncio, ahora sí, en 2022 el mayor desarrollo urbanístico de la historia de España (y de Europa actualmente) empieza a hacerse realidad con una inversión estimada de 25.000 millones de euros a lo largo de 20 años. Sobre su piel se levantarán viviendas, zonas comerciales y el rascacielos más alto de España; bajo ella, una segunda capa surcada por nuevas infraestructuras de tren y metro. Las obras acaban de comenzar.

Pocas veces una ciudad consolidada tiene la oportunidad de crecer hacia dentro sin demolerse antes a sí misma, pero Madrid ha sabido encontrar la forma de hacerlo en torno a la estación de Chamartín y un entorno que, curiosamente, estaba poco ‘aprovechado’. La estación es de hecho el corazón de esta operación urbanística, de ahí que inicialmente le prestara el nombre.

Aunque aquella ‘Operación Chamartín’ es hoy Madrid Nuevo Norte (MNN), un desarrollo urbanístico -10.500 viviendas, el mayor rascacielos de España y otros dos similares a los de las Cuatro Torres-, un centro de negocios y 400.000 m2 de zonas verdes- que cambiará el skyline de la capital, las infraestructuras ferroviarias -y las relacionadas con el transporte público en general-, serán una de las principales actuaciones que tendrán lugar en un área de algo más de 3,3 millones de metros cuadrados, 5,6 kilómetros de longitud (la misma distancia que hay entre las plazas de Neptuno y Castilla) y hasta 1 kilómetro de ancho. Hay que descontar la parte que ocupa la M-30 -que no se toca- y la playa de vías de la estación, por lo que la zona edificable se reduce a 2,3 millones de metros cuadrados. De esta superficie, las construcciones relacionadas con el transporte ferroviario ocuparán el 10,89% de MNN.  

En realidad, Adif ha sido la primera en ponerse manos a la obra, ya que el nuevo nudo de comunicaciones que albergará MNN requería acometer varios proyectos complementarios que confluyen en él, aunque se extienden ampliamente hacia el sur y el noroeste de la ciudad para tender nuevas conexiones con otros importantes hubs de transporte de la capital.

Así, la nueva estación de Chamartín será la columna vertebral de todo el proyecto porque al convertirse en un gran intercambiador -al nivel de Atocha-, permitirá la comunicación de MNN dentro de sus límites y con el resto de la urbe. De hecho, la idea del gestor ferroviario es que sea el principal centro de operaciones para la alta velocidad -dentro de un esquema de una gran parada central, Madrid, con dos terminales, Atocha y Chamartín- y que mejore, asimismo, el servicio de Cercanías.

El tercer túnel ferroviario de Madrid

Hacia el sur, Adif ha invertido ya más de 337 millones de euros en construir un túnel de doble vía para trenes de alta velocidad que permitirá conectar entre sí todas las líneas que llegan a Madrid, para lo cual era imprescindible este nuevo enlace entre Atocha y Chamartín. Con 7,3 kilómetros de longitud, se trata del tercer corredor ferroviario que atraviesa las profundidades de Madrid; los otros dos, que ya unen las dos estaciones de la capital (uno por Recoletos y otro por Sol), son utilizados sobre todo por los trenes que prestan servicios de Cercanías.

Antes de llegar a la estación de Puerta de Atocha, el túnel se bifurca en dos: por una parte, hacia la futura estación pasante que estará situada en la calle Méndez Álvaro y, por otra, hacia un túnel by-pass, de cerca de 1 km de longitud en vía única, que discurre bajo la propia estación de Puerta de Atocha, y que es el que permitirá en un primer momento la continuidad hacia Chamartín de los trenes procedentes de Levante y Andalucía hacia el norte y noroeste peninsular. Una vez finalizada la ampliación de Atocha y con la futura estación pasante en funcionamiento, todos los trenes de alta velocidad que lleguen o partan de la capital podrán efectuar parada tanto allí como en Chamartín, que pasarán a ser estaciones intermedias. El 1 de julio está prevista la entrada en servicio del túnel que, de momento, acabará con la división en dos zonas de la red de alta velocidad española.

Otra actuación relacionada con este proyecto es la duplicación de vía (dos vías nuevas) entre Puerta de Atocha y Torrejón de Velasco, con el objetivo de permitir la circulación de un mayor número de trenes. Es un tramo de 28 km en el que Adif AV ha invertido 727 millones de euros. De esta forma, se evita que los trenes que llegan desde el Levante compartan el tramo de acceso a Madrid con los de Andalucía.

Nueva estación y conexión a Barajas

Por delante, queda la reforma de la propia estación de Chamartín cuyo diseño actual es de 1975. A finales de diciembre se adjudicaron las obras de ampliación y remodelación de su vestíbulo, así como la construcción de cuatro vías más para tráficos de alta velocidad por valor de casi 207 millones. Con un plazo de ejecución de 60 meses, se trata de una actuación previa a la remodelación integral que se acometerá en la estación y su entorno urbano. Su diseño saldrá de un concurso internacional de ideas actualmente en marcha.

Una vez redimensionada, la estación contará con un total de 25 vías, 12 de ellas para alta velocidad. Los trabajos comenzaron en mayo con el inicio de la adecuación y ampliación de la losa en la plaza exterior, bajo la que discurrirán las nuevas vías 22, 23, 24 y 25.

El contrato incluye la realización actuaciones complementarias como la construcción de una conexión subterránea con el vestíbulo de Cercanías y con el Metro de Madrid. También incluye levantar un nuevo edificio técnico para instalaciones de alta velocidad en la cabecera norte de la estación, y la ejecución de cimentaciones y pilas del cubrimiento de vías del lateral este. Esta última actuación servirá de apoyo para la futura cobertura de toda la playa de vías de la estación, una obra que forma parte del proyecto Madrid Nuevo Norte.

Asimismo, Chamartín será la estación de la que partirá la prevista conexión de la red de alta velocidad con la terminal T-4 del aeropuerto de Madrid-Bajaras Adolfo Suárez, en una primera fase mediante la adecuación del actual enlace de Cercanías y, posteriormente, con la construcción de una nueva conexión específica de ancho estándar. En definitiva, se trata de crear un gran intercambiador que dará acceso mediante una única infraestructura subterránea con cuatro niveles a autobuses urbanos e interurbanos, Metro, Cercanías y la red de alta velocidad.

Calendario de obras

Poco a poco se van conociendo otros plazos de las distintas fases de construcción de Madrid Nuevo Norte y el presupuesto de algunas de las obras previstas. Distrito Castellana Norte (DCN), el principal promotor privado de este desarrollo urbanístico, ha anunciado una inversión de 79,6 millones de euros para los trabajos de redistribución del Canal de Isabel II, así como otros 140 millones para prolongar, a partir de 2025, la línea 10 de Metro con tres nuevas paradas -‘Centro de negocios’, ‘Fuencarral sur’ y ‘Fuencarral norte’- que darán servicio a los barrios que nacerán de MNN.

Precisamente, la redacción del proyecto para crear el nudo de Fuencarral, que incluye una nueva estación de Cercanías al sur de la actual, se iniciará en 2023 y las obras arrancarán en 2025. También el año que viene se redactará el proyecto para cubrir la última parte de La Castellana a partir de 2028.

En 2023, asimismo, tiene que dar comienzo la ampliación de la depuradora de Valdebebas, el traslado de las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que dejarán espacio para que la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) inicie la urbanización y las nuevas viviendas en la prolongación de Las Tablas, así como las obras en la actual estación de Cercanías de Fuencarral.

Por otro lado, el cubrimiento de las vías sobre las que se asentará el futuro ‘Parque Central’, con 13 hectáreas de superficie al norte de la actual estación de Chamartín, debería comenzar este año, aunque las actuaciones se prolongarán hasta 2033. El desarrollo completo del proyecto se dilatará hasta 2040 y requerirá una inversión pública y privada que se estima en 25.000 millones de euros.  

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